viernes, 23 de diciembre de 2011

El farsante más refinado (acto final)



T in Machine, la banda que monta con Reeves Gabrels y los hermanos Sales acaba con todo esto. ¿Dos discos más de Bowie? Sí y no. Su nombre no sale en las portadas, pero es una jugada personal, de gran estratega, que allanará el camino para hacer los discos que quiere hacer, sin presiones comerciales y para que su nombre vuelva a asociarse al rock de culto y al arte estimulante. A excepción de los irregulares Earthling (1997) y Hours… (1999), el tramo final de su carrera se caracteriza por recuperar lo mejor de su pasado sin caer en el autoplagio: Black tie white noise (1993), The Buddah of suburbia (1995), Outside (1995), Heathen (2002) y Reality (2003).

(Su último disco, Reality, con un dinujo de tapa muy...anime?)

La aportación de Bowie a la historia del rock es inmensa. Si no existiera, montar una banda de rock sería un aburrimiento; maquillarse antes de salir un viernes sería un aburrimiento; ir a un concierto no tendría sentido; hasta ser bisexual sería un aburrimiento. Si no existiera Bowie: Kiss, Bauhaus, The Cure, Pixies, Suede, Pulp, The Divine Comedy, Nine Inch Nails, Placebo, Marilyn Manson, Scissor Sisters, etc… no existirían o serían un aburrimiento.
Como psicópata y en mi esquizofrénica identificación del héroe me desespera no parecerme a Bowie. Estoy en la cola de artistas españoles que lo han intentado o lo intentan (eso no significa que sean psicópatas necesariamente): Ramoncín, Miguel Bosé, Alaska… Pero yo me miro al espejo antes de salir al escenario y solo veo al puto Paul Stanley, de Kiss, sin maquillaje. Hoy es 8 de enero de 2006, día de su 60 cumpleaños. Era el día que le quería matar. Lo había preparado todo, lo había visualizado todo: Bowie recibe las balas de mi revólver y se desploma, pero con una clase y un donaire deliciosos. Su sangre no es verde marciano ni violeta venusiano, es rojo terrícola (la última mentira) que salpica el rostro milagroso de Iman… Pero ya no me apetece hacerlo. Estoy demasiado ansioso por saber cómo sonará su siguiente disco. Y, además, matándole no acabaría con Major Tom, Ziggy Stardust, Aladdin Sane, Halloween Jack, El Delgado Duque Blanco, y Nathan Adler (el detective de Outside), sujetos inmortales que me torturarían eternamente. Lo que haré es escuchar Diamond dogs y disfrutar de este quinto acto, de esta farsa estupenda. Adoro que me engañes. Felicidades David Bowie, seas quien seas.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El farsante más refinado (cuarto acto)

En los 80, con traje, corbata, tupé y de rubio, Bowie se nos muestra otra vez como simplemente Bowie: un dinosaurio que se dedica a hacer discos comerciales y a ganar mucho, muchísimo dinero. Su nuevo personaje –como el Jay Gatsby de El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, que es respetado por su gran fortuna y elegancia, pero que provoca recelo por su turbio pasado– levanta rechazos quizá porque se está interpretando a sí mismo. Pero parece que nunca se le agota el talento: Let’s dance (1983) es un buen disco, con Nile Rodgers, de Chic, a la producción, que le transforma canciones acústicas en éxitos inmediatos. Tonight (1984), a pesar de lo flojo que es, contiene Loving the alien, Blue Jean y una apasionada versión de God only knows, de The Beach Boys. Y Never let me down (1987) sería muy buen disco si los arreglos y la producción no fueran tan A.O.R. (Adult Oriented Rock, rock para adultos) y si fuera menos explícito en sus intenciones lucrativas.
Fin del cuarto acto.

martes, 6 de diciembre de 2011

El farsante más refinado (tercer acto)

Siempre se ha criticado que Bowie haya sabido rodearse de músicos y productores con mucho talento y que sin ellos sería un arista mediocre. Diamond dogs (1974) desmiente esta teoría barata ya que compone, escribe, produce e interpreta lo que para muchos es su mejor obra y lo hace sin el respaldo de ninguna banda, sólo con músicos de sesión y un ingeniero de sonido que le introduce definitivamente en la cocaína. Se trata de Keith Harwood, que viene de trabajar en el Exile de los Stones, en el sótano de la mansión que Keith Richards tiene en la Costa Azul.
Bowie graba tres de sus mejores discos esnifando e inyectándose cocaína en cantidades industriales: pesa menos de 40 kilos. Así es el terrible nuevo personaje de tez mortecina llamado El Delgado Duque Blanco. Además del genial Diamond dogs, están Young americans, donde descubre el soul, colabora con Lennon y llega por primera vez al número 1 en Estados Unidos, y Station to station, que se cierra con la tremenda interpretación vocal de Wild is the wind. Con el pelo engominado hacia atrás, algunos kilos de más y elegante como un dandi, intenta salvar su vida escapando a Berlín y edita Low (1977) Heroes (1977) y Lodger (1979), con Brian Eno en la dirección musical. Esta trilogía experimental de sintetizadores tiene paradójicamente a tres guitarristas excepcionales: Carlos Alomar, Robert Fripp (King Crimson) y Adrian Belew.
Tengo que reivindicar a Lodger como el mejor de los tres: todos los discos que Bowie edita de los 90 hasta hoy están basados en éste. Antes de finalizar este acto de la farsa, Bowie se disfraza de Pierrot en la portada de otro álbum fantástico, Scary monsters (1980), y confiesa en Ashes to ashes su pasado yonqui.
Fin del tercer acto.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Arnold Layne traducida :)

Bueno, actualmente tengo dos sketchs para pasar a SAI cuando tenga la tablet♥
jaja son de Arnie, el primer single que lanzo Floyd, y que fue exitoso hasta que algunas radios trogloditas la censuraron :/
Aca les paso el video y la letra, que traducí hace ya dos años o.o
como pasa el tiempo!

El video (es adorable♥):


 


Y la letra:

Arnold Layne tiene un extraño hobbie:
roba prendas del tendedero, al rayo de la Luna.
A él le van bien.

Sobre la pared cuelga un espejo alto;
distorsiona la vista,
y en el reflejo se ve como una nena triste.

Oh Arnold Layne, las cosas no son así,
tardas en darte cuenta,
en darte cuenta..
¿Por qué no podes verlo?
Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne…

Ahora se volvió un tipo denso, y lo atraparon.
Las rejas suenan, presos encadenados, él odia eso.
Oh Arnold Layne, las cosas no son así,
tardas en darte cuenta, en darte cuenta…
¿Por qué no podes verlo?
Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne…
Arnold Layne, no lo hagas de nuevo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Odisea espacial!

Fotos de galaxias, estrellas y nebulosas que recopilé de internet. Simplemente, son ARTE. No hacen falta más palabras, sólo observar. Y fumarse un porrito y escuchar space rock.

Nota: Alguna vez te preguntaste que es ese centro brillante que tienen las galaxias?
Son una gran concentración esférica de estrellas llamada núcleo. Las estrellas en el núcleo central de una galaxia se encuentran muy condensadas. Cerca del Sol, las estrellas se hallan situadas a muchos años luz de distancia unas de otras. En el centro de la galaxia, la distancia entre las estrellas es mucho más pequeña, quizá tan sólo unas cuantas veces el tamaño del Sistema Solar.
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